Consideraciones acerca de secretos familiares, transmisión psíquica transgeneracional y los efectos psíquicos en niños
TF Mónica Gudiño Paz.
Como terapeutas familiares trabajamos con situaciones que surgen en el interior de las familias cuando aparecen secretos familiares que moldean estructuras, provocando un conjunto de problemas vinculares a nivel individual y sistémico, con determinantes subjetivas y socioculturales, que se extienden más allá de lo familiar.
La transmisión transgeneracional, se refiere a todo aquello que se da a través de la identificación y que puede incluir aquello no representado, significaciones, que tienen una fuerte incidencia en el psiquismo y en sus patologías.
El otro tiene un papel importante en la estructuración psíquica de los individuos, el yo se origina de las relaciones, desde los primeros de la vida. Estos vínculos se basan en la utilización de la libido en la relación con una persona significativa para la supervivencia, como la madre en los primeros meses de vida. Como parte de este proceso libidinal, estas personas se vuelven significativas para el niño, y sus imágenes se establecen en su mente, se internalizan. Se convierten en lo que desde la teoría psicoanalítica se denominan objetos internos, dando lugar a identificaciones primarias como manifestaciones más tempranas del vínculo emocional con otra persona. Mediante esta identificación el niño va construyendo su psiquismo, lo cual implica aspectos inconscientes y lo no representado, aquello no dicho, que carece de representación verbal y que puede manifestarse a través de síntomas. Tanto lo representable como lo no representable formarán parte de la constitución de la subjetividad.
Un evento familiar traumático no esta determinado por el acontecimiento en sí, sino por el modo en que la organización psíquica lo procese, cuando no puede ponerse en palabras queda desligado transmitiéndose a través de generaciones causando efectos en integrantes de la familia. Tomando los aportes de Freud, el hace referencia a la compulsión a la repetición como aquellos hechos pasados que no han podido ser representados, por lo que se repiten en la actualidad, el sujeto del inconsciente hereda no solo lo intrapsíquico sino también lo intersubjetivo, relacionado con sus vínculos familiares y grupales.
Conocer las consecuencias de los secretos familiares a través de las generaciones han llevado a diferentes consideraciones teóricas. En el campo del psicoanálisis, “Freud (1913/1986), sostiene que “nada de lo que haya sido retenido podrá permanecer completamente inaccesible a la generación que sigue, o a la ulterior”. El autor plantea que siempre va a surgir la necesidad de transmitir hacia otro aparato psíquico lo que no resulta posible sostener en el propio sujeto o entre sujetos que están ligados entre sí. Por consiguiente, se generarán huellas y síntomas que unirán entre sí a las generaciones, desconociendo éstas las causas de sus sufrimientos. Dado que el sujeto recibe dichos contenidos sin poder acceder a ellos mediante la palabra, se genera como consecuencia una violencia en la transmisión de esta. 1
Formas actuales de la patología de los vínculos familiares se conectan con sucesos históricos, catástrofes sociales, eventos familiares traumáticos vividos por generaciones anteriores. Acontecimientos que no pudieron tramitarse y cobrar significado, poco reconocidos y carentes de palabra, persisten como actuales en efectos secundarios. Las situaciones de índole traumática involucran de forma global al grupo familiar y abarcan a los descendientes; es decir, el trauma vivido por unos adquiere valor para los otros. 2
Alarcón define al secreto como un funcionamiento vincular: conducta manifiesta que consiste en un ocultamiento consciente de algo a otro miembro de un vínculo aduciendo razones conscientes que son utilizadas como defensa (p. 135). Los secretos tienen su base en el ocultamiento de acontecimientos “prohibidos”. Implican censura, exclusión, pero a su vez circula en el inconsciente vincular. De alguna manera es conocido o presentido. (Alarcón, 2007, p.136). Esto obtura en las familias la circulación de un significado, que se puede expresar a través de diferentes síntomas, pudiendo incluso manifestarse varias generaciones después. 3
En toda familia existen secretos que no constituyen algo negativo.4 Los secretos tóxicos son aquellos que son ocultados, prohibidos de saber y que generan efectos de sufrimiento que pueden ser descubiertos por los hijos.
Todo secreto tiene un contenido: dato, evento o circunstancia que se desea ocultar, y una función: para qué surge o se sostienen el secreto.3
En cuanto a lo intrasubjetivo, pretende evitar una herida narcisista que podría generarse si se develara (vergüenza, castigo) y en cuanto a lo vincular su función estaría relacionada con el sostén de ideales familiares, que pueden estar relacionados con los mitos familiares. Mediante el secreto se pretende ocultar aquello que trasgrede ideales familiares y/o sociales para así preservar la unidad familiar. 3
Es por esto por lo que la desmentida es uno de los mecanismos más comunes, remite a un pretender no saber, lo que en otro nivel se sabe, esta desmentida circula generando silencios, malentendidos, confusiones, etc.3 El síntoma aparece como mensaje y como denuncia el sentido que tiene el síntoma en lo familiar, buscando develar el secreto, pero a su vez lo mantiene silenciado.5
Así aquello traumático que no ha podido ser elaborado e incorporado al psiquismo queda enquistado, encriptado, transmitiéndose en generaciones posteriores. Cuando tras un acontecimiento traumático no se logra una elaboración psíquica del mismo, se dará lugar a un clivaje, que formará parte de la prehistoria de la historia propia del sujeto, pero pertenece a una generación posterior. Para aquellos sujetos que vivieron el acontecimiento, éste será “indecible” al no poder ponerse en palabras quedando encriptado.4 En la segunda generación puede causar diferentes dificultades relacionadas con el aprendizaje o fobias, y en la tercera, podrá dar una clínica con sensaciones, emociones, imágenes bizarras sin correlato con la vida psíquica o familiar. Puede también dar lugar a conductas adictivas, delirios, trastornos psicosomáticos. 6
El niño depende psíquicamente de sus padres, si los padres portan un hecho que no pudieron poner en palabras, este niño no tendrá una representación verbal, generándose síntomas, que pueden resultar en fobias, problemas de aprendizaje, o compulsiones obsesivas al estar relacionadas con el conflicto deseo-prohibición, así como con el conflicto entre el deseo de saber y las dificultades presentes respecto a este conocimiento. Esto no elaborado en el psiquismo de padres y antepasados inunda el psiquismo infantil, por medio de la identificación, obstaculizando sus potencialidades, del pensamiento, simbolización y apertura al conocimiento.
El espacio psíquico en el niño pequeño se caracteriza por límites poco definidos, lo cual trae como consecuencia que aquello traumático transmitido se fije y de, como resultado trastornos, obstaculiza el pensamiento y desfavorece los tiempos de la simbolización y la apertura al conocimiento.2
La vida psíquica está bajo el influjo de datos sensoriales: visuales, emotivos, motrices, verbales, el niño interioriza por imitación: motriz, mímica, verbal, y por atención conjunta, creando representaciones. La simbolización se asocia a las palabras, las imágenes, el conjunto de gestos y la mímica de lo que dispone el ser humano; cuando un acontecimiento no es simbolizado correctamente se crea una forma parcial de simbolización ya que no se acompaña de referencias explicitas que permitan a los niños comprender su sentido, estando más proclive a desarrollar rasgos de personalidad y modos de comportamiento inadaptados a las situaciones, por una psique escindida.7
Los niños van percibiendo silencios y contradicciones, indicios inquietantes que no comprenden. Todo ello suele plantear una pérdida de espontaneidad con efectos de cierre en la comunicación del grupo; a veces, se inventan historias que los propios narradores terminan casi por creer, desmintiendo la verdad. Otras, lo no dicho se transforma en un “secreto a voces”, una suerte de rompecabezas, del cual cada uno posee algunas piezas, a las que tampoco puede dar significado.
Como consecuencia, las experiencias en que los padres no han podido integrar, los diferentes componentes serán ciertamente comunicados al niño en forma de emociones y de actitudes porque le faltan palabras para expresárselo. Puesto que la verbalización del traumatismo es inexistente, el niño no tomará conocimiento que estas experiencias a través de manifestaciones no verbales que le serán aparecidas como enigmas a la vez intrigante y que él intentará resolver sobre el mismo código sintomático no verbal.1
Los secretos familiares generan sufrimiento en los niños, el niño entra en un espiral de dudas cada vez más generalizado, sí lo que le ocultan es importante, acabará dudando de lo que escucha, de lo que ve, de lo que entiende, de lo que piensa, lo que lleva a problemas desde dificultades en el aprendizaje hasta determinados comportamientos psicóticos.4
Rojas también plantea y ratifica como ejemplo de los efectos psíquicos de los secretos familiares en los niños las perturbaciones en el aprendizaje, en el pensar, en lo intelectual, también fallas en la conexión y afectos, debido a un fracaso en el proceso de simbolizar que puede estar vinculado a aquello no dicho, con secretos familiares, el niño va construyendo su identidad y singularidad a medida que se va apropiando de lo que se transmite o hereda, aquello que queda silenciado se infiltra en la constitución de la personalidad de los niños. 2,8
Por lo tanto, los secretos familiares generan efectos psíquicos en los niños ya que dependen psíquicamente de sus padres, construyen su identidad a través de lo que se les transmite o heredan, como se ha mencionado, cuando los padres no logran elaborar cierta experiencia esto deja marcas en su identidad, generan ambigüedad causando en el niño una duda respecto a lo que percibe, puede afectar sus procesos de comunicación, y generar sentimientos y problemáticas vinculadas con la confiabilidad vincular. 2
Los miembros de la familia son portadores de posibles datos de la historia faltante y los intercambios intersubjetivos en el proceso terapéutico constituyen facilitadores en la elaboración de estos eventos traumáticos, siendo fundamental el trabajo con el grupo familiar con intervenciones que comprometan la presencia de figuras significativas, ya que el niño no lo puede realizar sin el recurso de los otros. En algunos casos, la revelación o confirmación del secreto permitirá hacer construcciones psíquicas sobre nuevas bases.
La función del analista será facilitar un escenario donde se analice la trama inconsciente que llevó a la emergencia del secreto y a sostenerlo, la función defensiva que ha tenido y sus manifestaciones en el vínculo, el juego de poder implícito en el secreto que genera y sostiene las relaciones asimétricas, las ansiedades que suscita develarlo o mantenerlo y las consecuencias de su develación la cual debe obedecer, en el mejor de los casos, a un tiempo psicológico y a un contexto apropiado.9
El análisis de las necesidades inconscientes que llevan a encubrir o a develar lo que hasta ahora ha permanecido oculto puede llevar a encontrar salidas en la encrucijada, siempre compleja, del quehacer clínico. 10
Todo esto resulta relevante en el trabajo clínico, ya que existen síntomas que no podrían explicarse solo con la historia personal del sujeto, sino que requiere, de la comprensión desde la transmisión psíquica transgeneracional y de los efectos psíquicos de los secretos familiares.
Referencias Bibliográficas
- Iglesias, M. (2017). La transmisión transgeneracional de secretos y no-dichos en el entramado inconsciente familiar. Uruguay. Recuperado de: https://sifp.psico.edu.uy/sites/default/files/Trabajos%20finales/%20Archivos/tfg_memphis_iglesias_tut_r.z._rev._claudia_m._feb.2016.pdf [Consulta 27 de mayo de 2021]
- Rojas, M. (2010). Secretos y verdades en la familia: su incidencia en las problemáticas de la niñez. Constr.Psicopedag, 18 (16), 24-33. Sao Paulo. Recuperado de: http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S1415-69542010000100003&lng=pt&nrm=iso
- Alarcón, M. (2007) Secretos familiares y sus marcas en la subjetividad. Recuperado de: http://www.aappg.org/wp-content/uploads/2007-N%C2%BA1.pdf
- Tisseron, S. (2000) Nuestros secretos de familia. México: Editorial Diana. Disponible en https://dheducacion.com/wp-content/uploads/2019/01/Nuestros-Secretos-de-Familia-Serge-Tisseron.pdf
- Losso, R.y Packciarz de Losso, A. (2007) Repetición transgeneracional: Elaboración transgeneracional, la fantasía inconsciente compartida familiar de elaboración transgeneracional. Asociación internacional de psicoanálisis de pareja y familia (1) pp 60-70.
- Nussbaum, S. (2009) Identificaciones alienantes y repetición. Una contribución acerca de la transmisión transgeneracional. Recuperado de: https://www.apdeba.org/wp-content/uploads/Nussbaum.pdf
- Tisseron S (1985) Tintin Chezle psychoanalyste. Paris
- Fernández, A. (1979) Formas patológicas de comunicación en el niño. Fasciculo 3: El silencio. Revista de la Asociación de Psiquiatría y Psicopatología de la infancia y la adolescencia, 6(3), 183-190. Recuperado de http://www.bvspsi.org.uy/local/TextosCompletos/appia/079737211979061-226.pdf
- Alarcón, M.; Gallego, L.; Tejada, C. (2000). Secretos, vínculos y contratransferencia. Revista Psicomart. Recuperado de: http://myriamalarconterapiadepareja.com/familia-y-temas-relacionados/secretos/secretos-trama-vincular-y-vinculos-fraternos-2000/ [Consulta 18 de junio de 2021]
- Alarcón, M.; Gallego, L.; Tejada, C. (2000). Secretos, vínculos y contratransferencia. Revista Psicomart. Recuperado de: http://myriamalarconterapiadepareja.com/familia-y-temas-relacionados/secretos/secretos-trama-vincular-y-vinculos-fraternos-2000/ [Consulta 18 de junio de 2021]